Con sus brazos mecánicos, un robot farmacéutico recoge las recetas y dispensa los medicamentos en cuestión de segundos en un hospital de Gran Bretaña. El servicio postal estadounidense posee una flota de robots que clasifican y almacenan los paquetes. Otros tipos de autómatas dotados de brazos serpiente pueden introducirse en espacios reducidos, como las alas de un avión, para realizar inspecciones y reparaciones.